dilluns, 4 d’octubre del 2010

Loeb, emulando a Schumacher

Sebastien Loeb conquistó ayer en casa, en el Rally de Francia, su séptimo título mundial de rallys. Y ni el mejor de los guionistas habría diseñado un final tan feliz para él. Cuando se quitó el casco al cruzar la meta del último tramo en su ciudad natal, miles de personas rompieron a vitorearle. Por ello no es de extrañar que, por una vez, el frío Sebastien mostrara una tremenda emoción.
Y eso que está acostumbrado a los éxitos. La de ayer era su victoria número sesenta, cuando el anterior record lo tenía Carlos Sainz con 26. Ha corrido en 136 rallys y en 92 ha subido al podio. Unas cifras que difícilmente nadie podrá superar, ya que además el año próximo, como mínimo, seguirá en activo.
Dani Sordo completaba (aunque con susto por una pérdida de agua en su coche) la jornada festiva para Citroën que, merced a su segunda plaza, culminaba también en casa su sexto título de marcas. El tándem de Loeb y el español es imbatible en asfalto y una vez más lo han vuelto a demostrar. Por eso Ford quiere fichar al cántabro... Petter Solberg culminaba la éxito, completando el triplete de la firma gala en su día más feliz de su historia.

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